En la última semana del mes de octubre, realizamos en clase una reflexión mediante una lectura: “Construyendo la ciudadanía Juvenil” de Jorge Benedicto (UNED), la cual os invitamos a leer con calma y detenidamente.
A continuación os dejamos un enlace que os llevará a él:
Partiríamos tras plantearnos una pregunta, ¿Habéis sentido alguna vez que vuestra opinión, voz y voto quizás no ha servido para nada?
Pues bien, tras la lectura del texto, entre otras conclusiones nosotras/os los/las jóvenes no seríamos considerados Ciudadanos de pleno Derecho, debido a motivos como, es el caso de estar estudiando, o bien porque dependemos económicamente de nuestros padres, o simplemente porque algunos/as jóvenes se muestran indiferentes y pasivos ante los temas políticos. Para ello el texto plantea que sería conveniente tomar medidas en el ámbito de políticas juveniles que facilite la incorporación y participación de “estos jóvenes” en la “Vida adulta”, los cuales si son considerados ciudadanos de pleno derecho.
Pero ¿Qué sería ser ciudadano de pleno derecho? Las características que debería de cumplir son:
1. Estar integrado en la sociedad a través de su participación en el sistema económico (mercado de trabajo)
2. El estado le reconoce una serie de derechos referentes al colectivo perteneciente (nacionalidad, pertenencia al territorio)
3. Por consiguiente, debe ser una persona que cumpla una serie de deberes colectivos como expresión de su pertenencia a una comunidad. Estos deberes colectivos son el pagamiento de impuestos y cumplimiento de las leyes establecidas como los más importantes, quedando en segundo lugar los ligados a las responsabilidades públicas y privadas de los individuos (como es el sustento y cuidado de la familia entro otros).
4. Y por último debe de ser una persona que mantenga algún tipo de vínculo con la esfera pública y pueda llegar a participar de alguna manera en los asuntos colectivos.
Tras esto, en el aula se produjeron varias opiniones interesantes al respecto, entre ellas una relacionada con la primera característica, ya que nos incumbe directamente. El hecho de que la integración cívica dependa de la independencia económica , conlleva a una exclusión por parte de las mujeres que se dedican a las tareas del hogar o jóvenes que estudian y como hemos mencionado antes dependen de los padres, por tanto serían considerados “Ciudadanos por delegación”, es decir, la condición de ser parte de la sociedad tendría sentido por la vinculación establecida con el Hombre Trabajador, proveedor de ingresos y origen de los derechos sociales (Jones i Wallace, 1992, p.6 ), ante esto ninguno estuvimos de acuerdo.
Otra de las opiniones, era planteada por la mayoría de la clase, y es el hecho de que, a la hora de hacer políticas sociales destinadas a jóvenes, ¿Cuentan realmente con nosotros/as?, como bien se estableció en clase, sería muy importante que a la hora de realizarlas se nos escuchara mediante pequeños grupos comunitarios que nos representen, que hablen por nosotras/os, que manifiesten nuestros “deseos”, ya que es a quien nos beneficiaría. A Raíz de esto surgió el tema de que, desde pequeños nos han enseñado de alguna forma a ser quizás pasivos, sin generalizar ya que antes estos temas son respetables todas las opiniones y pensamientos. Pero ¿Por qué decimos esto? A la hora de votar delegado/a en clase, tanto en el colegio como en la universidad, el mensaje que nos queda es votar, elegir, representar y ya está no hay más participación por nuestra parte; pues lo mismo sucede con el voto para elegir gobierno cada 4 años, se queda en el mero hecho de hacerlo porque “es lo que toca”, y así obtenemos que no se ofrezcan soluciones a los problemas.
Seguidamente surgió el tema relacionado con los movimientos sociales actuales por parte de los/las jóvenes como son las manifestaciones, en comparación de los anteriores. Lo primero decir que es muy difícil comparar generaciones anteriores con actuales ya que el mundo cambia y evoluciona, y por consiguiente los individuos también y las comodidades para los individuos aumentan. Las vivencias de las personas de antes no son las mismas que las que vivimos ahora, había gente que consideraba que antes la gente mostraba más movimiento por obtener sus derechos y necesidades, el hecho de que ahora haya más libertad que antes no quiere decir que haya menos movimiento juvenil actualmente.
Por todo lo comentado y como señala Benedicto: consideramos que “es primordial que la acción de los poderes públicos se enfoque en crear oportunidades para que los jóvenes puedan acceder a nuevos espacios de autonomía que les permita decidir la orientación y el ritmo a seguir es sus futuros proyectos y desarrollar su propia capacidad de acción participativa , así como la creación de ámbitos de implicación juvenil que favorezca su presencia en la esfera pública, convirtiendo así a los jóvenes en un público competente, poseedor de una voz eficaz y comprometido con la marcha de los asuntos colectivos”.
A continuación os dejamos un video muy interesante sobre la participación y democracia juvenil, esperemos que os guste y ayude a reflexionar, ¡Un saludo!
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